Un dístico me obsesiona de los pies a la cabeza: -Nunca fue tan hondo el llanto ni tan larga una promesa.- ¿Quién traería estos versos a mi memoria incompleta? ¿De dónde venían las voces que evocaban al poeta? -Nunca fue tan hondo el llanto ni tan larga una promesa.- Tendré que buscar certeza en esta tremenda angustia avigorar todos mis pasos y refrescarme el alma mustia. Preguntaré a los vecinos el significado ignaro del dístico escurridizo parco, etéreo, vago, avaro: -Nunca fue tan hondo el llanto ni tan larga una promesa.- Si nada pueden decirme de este dilema inquietante recurriré a las iglesias cual vagabundo viandante.. Entre la hostia y sermón preguntaré a sacerdotes acerca de los azotes de la Santa Inquisición. -Nunca fue tan hondo el llanto ni tan larga una promesa.- Si nada pueden decirme si nada saben contarme entre los himnos y hosanas colgaré todas las ganas de preguntar alg...
Por Adriana G. Cortés