Tú eres mi excusa perfecta para sonreír como idiota y sufrir de insomnio. Creo que lo que me mantiene en desvelo son sus ojos. Sí, esos Ojos, el Amargo pero Adictivo Negro de sus ojos. Porque la obsesión de dormir contigo es la que, irónicamente, hoy no me deja dormir. Creo que lo que me mantiene despierta es el tono de su voz. Sí, esa varonil voz, la gruesa y sensual voz, que somete tiernamente. Y si disfruto el desvelo, es por que la mágica sensación de fundir las miradas con los sueños se convierte en el principio de la Eternidad.
Por Adriana G. Cortés