La historia comienza con tres @ y termina con dos. Con un solo hashtag, como mantra que se repite insistentemente: #mudanzas Un computador encendido en la penumbra. Y una canción. Ana escribe por las mañanas. A veces también por las tardes. Es una costumbre ya, un hábito, como lavarse los dientes o tomar las tres tazas de café de su desayuno. Le gusta comentar artículos de periódico (generalmente de cultura y espectáculos), citar algún verso de sus poemas favoritos, regalar el link a una buena canción. Va a cambiarse de casa luego de tres años compartiendo espacio con una amiga de infancia. Quiere vivir sola, ver qué se siente. Lentamente va guardando los libros en cajas, no sin antes marcar en su exterior (con un lápiz morado para la ficción, verde para la no ficción) los detalles de su contenido. Rodrigo deja las llaves sobre el mesón de la cocina. Fueron las instrucciones de Ale y él va a respetarlas. Da un último vistazo al apartamento, pequeño, mínimo y tan limpio ...
Por Adriana G. Cortés