Pros y contras

 Limpia tu mierda. Suena casi a frase de película. Es, de hecho, una frase de película, de varias seguramente. Y es que como en una película, a las personas nos gusta mucho sufrir de repente para mantener la trama interesante.

Hoy me deprimí. A veces me gusta llegar arrastrando los pies mirando al infinito pensando que mi vida no puede ser peor, que las deudas y la vida me agobian, que estamos en medio de una pandemia que muchos dicen que no está fea pero sí está fea, y si me contagio nos morimos todos, que la vida no tiene sentido, que no hago nada bien, que soy torpe. Que todo lo que toco de algún modo lo convierto en lo que mis gatos me regalan en su caja de arena. ¿Por qué nací, por qué estoy aquí? Soy solo una coincidencia, un número, nada especial. Me duele vivir.

No creí nunca y aún no creo tener nada malo. Desde que me han dicho que tengo cuál o tal cosa les puse nombre, como a un peluche, pero nada más. Siempre que los describen lo hacen como algo terrible. Puedes llegar al suicidio dicen.

Dejé de ir a terapia desde hace mucho tiempo y lo hice en secreto, porque pues es del diablo. Desde que iba en secundaria no me preocupé por mi salud mental, de hecho, nunca me preocupé por mi salud mental hasta que se empezó a normalizar que todos tuviéramos ansiedad, depresión, TDA, asperger, tendencias suicidas, relaciones tóxicas y todas esas cosas bellas que te regala el hecho de estar vivo. Casi se volvió una moda.

Y además nombres horribles que casi suenan a que tener herpes sería mejor opción.

Y pues eso: como una infección sexual todos hemos tenido (o tenemos, cof, cof) alguno de esos "trastornos", pero...¿Sí lo son realmente? tenemos todo el derecho a estar ansiosos, deprimidos o suicidas. El mundo es un lugar bien culero, hay guerra por todos lados, hay incertidumbre por todos lados, no sabemos de dónde venimos ni qué hacemos aquí, hay que preocuparse por sobrevivir. El dinero y el futuro es una constante fuente de preocupación, y si no te aferras a algo, a una persona a una religión, a lo que sea, duele. Vivir duele. Por lo menos a mí a veces. Y luego está lo que hiciste, lo que no hiciste, piensas lo que hiciste mal, lo que pudiste haber dicho, las decisiones que tomaste. El amor que no olvidaste. Heridas de todos tipos. Y después de toda la mierda que pasaste, vienen a decirte que no es normal sentirse así. Pero yo siempre lo ví normal.

No siempre me siento así. Ahora cada vez menos, por una sencilla razón. Ya no quiero luchar contra eso. Sopesé las opciones que tengo. Nadie tiene derecho a decidir por la vida de otro, creo que, a ser posible, todos deberíamos poder elegir la muerte. A veces no es posible por qué el mundo, el universo mismo no funciona así, hay caos por todos lados, de ese mismo caos se originó nuestro planeta. Y sin embargo también de alguna manera, hay vida y materia. Es a lo único que se aferra el ser humano como especie, a descubrir de dónde viene, qué está pasando, dónde carajo estamos, y es a lo que nos aferramos todos. Duele pensar que la vida sólo es enfermedad, endeudamiento, trabajo y muerte.

Y pues a lo mejor si es eso. Pero la verdad es que a pesar de que dicen que tengo tantas cosas que básicamente no debería estar viva por multitud de razones, y que no debería estar pensando esas cosas, resulta que estoy viva y pensando en esas cosas. Lo único que me queda es tratar de resolver, por mí misma, las grandes preguntas de la humanidad. De dónde vengo, qué está pasando, dónde carajo estoy, y en el camino tengo que ver muerte, guerra, deudas, depresión, ansiedad, enfermedad, ruina, peste, sangre, muerte y tripas, cosas horribles y un par de tragedias, pero para mí vale la pena por múltiples razones, para ver vídeos de gatitos, para comer como cerdo, manquear en los juegos, fumarse un porro y ver películas malas. Puras tonterías, pura perdedera de tiempo dice mi amá, pero pues esos monitos chinos me mantienen viva. El sexo también está padre, y mis gatos, la cerveza después del trabajo, caminar en la ciudad, incluso el amor no está mal, en todas sus presentaciones, con todo y desengaños. Perdí mucho tiempo, pero me gusta estudiar y leer. El futuro asusta pero también quiero ver autos voladores, la tecnología está bonis; soy muy chismosa y me gustaría ver qué es lo próximo que haremos, quizá nuestra próxima metedura de pata explote el planeta. Todo eso me mantiene viva, aferrada a este mundo, con todo eso que dicen los psicólogos que está mal. No hay remedio, tengo que vivir con eso, remediarlo o aceptarlo y continuar manteniendo la trama interesante.