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Mostrando las entradas de febrero, 2013

Sin título...suficiente

El caballero luchaba con aquel dragón fiero y sagaz, que lanzaba manotazos con sus enormes garras aceradas. El valiente caballero de ojos marrón esquivaba sus ataques con destreza, sin embargo, el escudo que lo protegía se debilitaba más y sus fuerzas ya decaían, sin parecer que el dragón fuera a rendirse. Era, sin duda, una bestia mítica, como sólo la esperas ver en tus peores pesadillas, con escamas duras como la piedra, ojos rojos, de los cuales brotaba el más puro odio y aquel aliento que dejaba a su paso el perfume de la muerte. El caballero de ojos marrón trataba de acertar con la espada en el corazón de la bestia, sin embargo, no lograba terminar la batalla. A lo lejos, su damisela le gritaba: "¡Basta ya¡ Morirás si sigues en pie de lucha. ¿qué será de mi si tú mueres? ¿quién va a cantarme entonces, a ayudarme en mi soledad, quién va a curar mis heridas? deja, pues, que yo cure las tuyas en esta batalla que has librado". Sin embargo, el caballero era sordo a los ruegos

No te permito llorar

Las noches de febrero se caracterizan por ser frías, algunas lluviosas, pero aquella era especialmente gris y penosa. La gente bajo las sombrillas se ocultaba de la fina llovizna que apenas acariciaba el rostro, fría, certera. Y también llovía en mi interior, exteriorizándose como lluvia en mis ojos, Las lágrimas caían sin que nadie se diera cuenta y yo no sabía por qué. Encendí un cigarrillo mientras esperaba el transporte, tan sólo quería olvidar la escena de la mañana de aquel lunes de febrero, que me lastimaba por alguna razón, a pesar de que, una noche anterior, me juraba que era lo correcto. El muchacho era alegre, vivaz, me protegía como si fuese su mayor tesoro y durante nueve meses parecía ser el centro de su mundo. Su vasta adoración me hacía sentir importante, no al grado de enriquecer mi ego, sino al grado de enriquecerlo a él. Por ello, cuando decidía poner fin a la relación, siendo que quería dedicarme de lleno a mi pianista, sus ojos se nublaron y la más profunda tris