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Mostrando las entradas de 2016
"Creo que tienes unos ojos muy lindos" dijo en la primera cita. Era verdad. Los ojos más hermosos son los que destilan inocencia y promesas. Esa primera cita supo que él no era para nada común. El cabello lacio, largo de él le provocó un escalofrío en la espalda. Su misterio y misticismo hicieron que esa noche fuera el mismo centro de sus sueños, sin saber que llegaría a convertirse en el mismo centro de su alma, hasta fundirse con ella. A esa cita le siguieron algunas más, con más promesas y quizá algún acto indecente. Probablemente algo inevitable. Semanas después él desaparecería sin dejar rastro alguno, ni el celular, ni mensajes en la red social. Probablemente estará ocupado, pensó nuestra heroína, ya me llamará. Pasó un día. Después dos. Y siguieron otros más sin mucho ánimo, parecieran burlarrse de ella como payasos sin talento. Una mañana particularmente linda se tornaría sombría después que ella, con una sonrisa descubriera el mensaje en su computadora, mandado por

¿Cuándo?

 Siempre que iniciamos una nueva etapa hay un margen de error. Puedes fracasar, echar al vacío tiempo y esfuerzo mientras - quién sabe que fuerzas - se encargan de hacerte más miserable. O puedes triunfar y ver tranquilamente cómo uno a uno rus sueños van cumpliéndose, acoplándose como un perfecto rompecabezas. Hay variables que nunca podrás adivinar.  Mi miedo al fracaso es tangible. Lloro sin razón y me siento idiota. Valiente forma de afrontar las cosas. Sin embargo, el riesgo inminente de fracasar es también un tónico contra el vacío que siento actual, es decir, es algo nuevo que experimentar: yo ya no creo en mí. La alegría de una nueva oportunidad se ve empañada por un sin fin de temores. No sé si me irá bien o mal, algo ha hecho que desconfíe hasta de mis capacidades y maquilo ideas absurdas, una más tonta que la anterior. De repente me detengo y encuentro algo que me hace retroceder y por li menos, intentarlo. Ya no hay miedo, pero si una sórdida curiosidad por saber que ocur