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Como quebrar un espejo

-La campaña se ha terminado- dijo Brenda, mi jefa, casi como una disculpa
-Bueno, ¿y luego?
-Nosotros te llamamos si hay una nueva

"Nosotros te llamamos". Es como el "quedemos como amigos" de las situaciones laborales. No tuve más remedio que cobrar mi raquítico salario y largarme. En estos días la buena suerte me ha dado la espalda, y tampoco es que tenga yo una suerte estupenda. Me considero más que suertuda, afortunada en algunas ocasiones, sobre todo por el hecho que siempre desconfío cuando algo es demasiado perfecto, no sé si sea un defecto o una virtud. A menudo me dicen que debería dejar de desconfiar de todo y posiblemente tengan razón aunque en esta ocasión el optimismo no pueda servir de mucho. Perdí el año escolar por que al parecer no tengo grupo, acabo de perder el empleo y eso que apenas va comenzando mi etapa adulta. Es como esa crisis que se supone que te da a los 40 años cuando va a entrar la menopausia, pero antes de los veinte.

Muchas veces escuché decir que si se te atraviesa un gato negro tienes mala suerte, que si rompes un espejo, que si pasas debajo de una escalera, que si...vaya, un montón de cosas, hasta el karma, con tal de no tener que cargar con la culpa uno mismo. Y bueno, a lo mejor todo esto es karma o la ruptura del espejo antiguo que teníamos en el cuarto de mi madre
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Para ser una cretina, tener crisis antes de los veinte y haber quebrado infinidad de espejos, como ya dije no me va tan mal. El problema es cuando la vida te cobra más de lo que pide, y pasan cosas casi catastróficas y pagas más de lo que debes. Como ahora

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