En mi esencia de soñadora y cínica siempre quiero lo imposible, me es inevitable, y esta vez no es la excepción: no quiero enamorarme nunca. No he sentido esa sensación de vacío por dentro, de necesitar a otra persona más que a uno mismo, mientras uno a uno los cigarrillos que consumo mueren entre los labios marchitos cansados de pronunciar: no me quiero enamorar
Basta de esa falta de coincidencias de afectos, de coincidencias de calor y entrega, de coincidencias de edades y coincidencias de paradas. Basta de tropiezos y de arrastres en busca de una oportunidad, en busca de un lo puedo hacer mejor. Basta de de llantos y de ardores sostenidos, de escarcelas cargadas de porqués que a diario puedo percibir en las personas que me rodean, ávidas de encontrar una salida fácil y un castillo con cimientos para vivir.
No quiero enamorarme nunca, entregarme por completo y recibir un completo desprecio, una bofetada enmascarada de silencio, una mentira disfrazada de celular descargado, un ya no te quiero disimulado de si sólo somos amigos.
No quiero enamorarme nunca, ofrecer mi alma y verla como pisapapeles, ofrecer el corazón y verlo como cenicero, regalar en celofán mis verdades y verlas dobladitas bajo la pata de una mesa coja para nivelarla.
No quiero enamorarme nunca, no quiero entregar nunca mi corazón remendado como las viejas cortinas de mi cuarto, mi alma amoratada como un guerrero cansado de la gloria y las batallas, mis verdades escupidas, basta de amar, no quiero nunca risas burlescas por mis canciones, no quiero nunca miradas de lástima a mis escritos y adjetivos como pobrecito a mis mensajes al celular.
Siempre quiero lo imposible, y esta vez no es la excepción, no quiero nunca…
… pero solo después que lo experiemente.
Basta de esa falta de coincidencias de afectos, de coincidencias de calor y entrega, de coincidencias de edades y coincidencias de paradas. Basta de tropiezos y de arrastres en busca de una oportunidad, en busca de un lo puedo hacer mejor. Basta de de llantos y de ardores sostenidos, de escarcelas cargadas de porqués que a diario puedo percibir en las personas que me rodean, ávidas de encontrar una salida fácil y un castillo con cimientos para vivir.
No quiero enamorarme nunca, entregarme por completo y recibir un completo desprecio, una bofetada enmascarada de silencio, una mentira disfrazada de celular descargado, un ya no te quiero disimulado de si sólo somos amigos.
No quiero enamorarme nunca, ofrecer mi alma y verla como pisapapeles, ofrecer el corazón y verlo como cenicero, regalar en celofán mis verdades y verlas dobladitas bajo la pata de una mesa coja para nivelarla.
No quiero enamorarme nunca, no quiero entregar nunca mi corazón remendado como las viejas cortinas de mi cuarto, mi alma amoratada como un guerrero cansado de la gloria y las batallas, mis verdades escupidas, basta de amar, no quiero nunca risas burlescas por mis canciones, no quiero nunca miradas de lástima a mis escritos y adjetivos como pobrecito a mis mensajes al celular.
Siempre quiero lo imposible, y esta vez no es la excepción, no quiero nunca…
… pero solo después que lo experiemente.
Comentarios
Está genial, tú lo inventaste?
Te lo puedo robar?