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Maestros de inspiración

¿Qué has hecho de tu vida? Me preguntó mi ex maestra de español de secundaria. Pues nada, me he hecho adicta al cigarro, me expulsaron de la escuela por beber, mis relaciones amorosas se van al carajo en cuestión de días por que me es imposible encariñarme con alguien y me comporto como si hubiera envejecido prematuramente. ¿Y a usted qué tal la trata el salario mínimo y el sindicato?. Corrección: "Todo va bastante bien, profesora, ¿y usted? sigue impartiendo clases?". Mi maestra de español, cuyo nombre no recuerdo me apreciaba más que a cualquiera de sus alumnos. Decía que yo llegaría muy lejos, y tuvo razón. He llegado ya bastante lejos, sin moverme de mi sitio. Alababa mi habilidad para "escribir bonito" y estuve en varios concursos de cuentos, poesía y ridiculeces que sueles hacer estando en esos años escolares. Por supuesto, cuando era chiquita y metalera, por que ahora no me pasa por la cabeza hacer poesía. Hay veces que la "inspiración" o como se llame eso que los poetas y escritores dicen sentir cuando una ráfaga de conocimiento los lleva a lugres donde es posible hacer buenos escritos, donde haces a las palabras tus amigas y haces como que sabes una pizca de la vida, me juega malas pasadas y de la nada escapan de mis labios las palabras, como una fuerza interna que me lleva a recitar algo improvisado. Y he desviado esto hacia la música, por que a pesar de no ser muy artista que digamos escribí hace ya bastante tiempo un par de canciones que, como todo en mi vida, dejé inconclusas. Muchos de los profesores y escasos amigos ven esto como un don, una habilidad pero yo no veo que pueda servirme de mucho, y que tampoco voy a cultivar. La inspiración es una tía abuela, llena de sabiduría y buenas maneras que me visita cada fin de año, en cada fracaso, o tal vez en cada ocasión en que no la llamo.

 "El asesino sabe más de amor que el poeta" digo en voz alta. "Y el cielo está cada vez más lejos del mar". "Oye,que bonito suena", dice mi prima Yesenia. "'¿Dónde lo viste?". "No lo leí, lo escuché". Pone los ojos en blanco y va hacia donde yo estoy. "Aunque no entiendo muy bien que significa". Yesenia me cae muy bien. Es una niña de 10 años, bastante preguntona y activa, me recuerda un poco a mí, pero más alegre y risueña. Trato de explicarle el verso de Joaquín Sabina poniéndole la canción completa, no sé muy bien como explicarle a los niños por que generalmente no me agradan. Ella escucha, absorta. La canción termina y sorpresivamente , le gusta. "Que bonita canción, ese señor canta muy bien" "La canción habla de situaciones que tú muy pronto vivirás" le explico "Pero que significa lo que estabas diciendo". Intento ser sincera sin darle tanta información "Significa que la gente que cree saber cosas, en realidad no sabe ni hace nada, y que quien actúa poco, pero con cuidadito, hace mejor las cosas. Nada es lo que parece". Parece no captarle muy bien y le pongo un ejemplo. "En la escuela, ¿Tienes algún compañero que se crea el más inteligente y moleste a los demás?" "Si, Julio. Se la pasa jalándome el pelo en clase y se cree 'un buen', y siempre saca 10 en las tareas" "Bien, y ¿tienes algún otro compañerito que no hable mucho, pero que sea buena onda?" "Sí, también, César es muy inteligente pero casi no habla con nadie. Yo le comparto de mi lunch por que nadie le habla, y ademas es muy divertido". Río para mí, pues el tal César es como yo, de pequeña. "Bueno, pues Julio se compara como el poeta que escribe de amor sin saber nada, y César con el asesino que no escribe poesía, pero ha ido aprendiendo que el amor es algo a lo cual respetarse, que no se merece sólo unas cuantas líneas. Ambos están a la misma distancia del cielo y el mar, en la tierra, pero, uno y otro lo entienden de distinta manera". "El asesino comprende que la distancia entre el cielo y el mar es la misma que el tiene con el amor". Ay caray, no me esperaba tal razonamiento. Me quedé mirándola embobada, hasta que preguntó: "¿Está mal?" "No, no, esta muy bien, lo entendiste". Me pidó que escucháramos más canciones de "ese señor", pero en cambio le regalé una copia del disco, para que escuchara y deshilara cada una de las letras. Siempre lo he dicho, esta niña tiene un futuro prometedor. Al menos mejor y un poco mas lúcido que el mío.

                                            

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