Hace dos días tuve una experiencia traumática, estuve a punto de ver a una amiga morir frente a mí. Era de noche y estaba dispuesta a hacer lo que siempre hacíamos juntas, cuando de repente… por más que la llamé, por más que intenté hacer que reaccionara, su corazón latía muy despacio, no lo suficiente… Por un momento perdí el control y llamé a un amigo doctor para preguntarle qué podía hacer, cada segundo que pasaba mi desesperación aumentaba, el teléfono nunca conectó más que con el terrible “Su llamada será transferida al buzón”. Llamé a otra amiga que conoce otra persona que podría salvarla, me dijeron que me controlara y golpeara su corazón para intentar recuperar que latiera de nuevo, pero era inútil. Entonces tomé una de las decisiones más difíciles que he tenido que tomar en mucho tiempo, me ofrecieron el corazón de un ser que ya no tenía esperanzas, y lo acepté. Hoy en la tarde hicimos la transacción así que mi amiga está bien de nuevo, y podemos volver a hacer lo que siempre hacemos juntas: escribir, sí… todo esto fue porque el cargador de mi laptop se descompuso y me dieron el de una computadora que ya no funciona… Espero que Dios tenga en su memoria RAM el corazón de aquella laptop que le dio a la mía una nueva oportunidad de vivir.
¿Suena mamón? Lo es. Pero si ustedes se quedaran sin computadora no dirían lo mismo.
Comentarios